Y oye, que si sabes te tocan más bolas, pues. Por lo visto debes meter las bolitas (que nadie comente esto...) de acero por unos determinados agujerillos y cuando tienes muchas pues las cambias por regalos. Este paisanete, ahí tan tranquilo y en apariencia tan poco habilidoso y míralo, con ocho mil bolitas de las narices. Si es que no deja de sorprenderme este pueblo.

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