Historias desde Japón y punto de encuentro de todos los que tengan algo que decir.

20 junio 2005

La excursión de la Uni.

Semanas llevaban diciéndome lo interesante que iba a ser el fin de semana internacional que organizan todos los años una asociación de alumnas de la universidad. “Luis, no debes perdértelo. Es divertidísimo. Excursión por el campo, fiestas nocturnas, juegos...”. Suena interesante verdad. Cómo podía decir que no a una oferta tan interesante para un fin de semana. Y encima de gratis!!!!

El encuentro con todo el mundo era el viernes y finalmente nos explicaron que la reunión sería solamente hasta el sábado por la tarde, así que me dije “ Vaya, menuda pena. Para una vez que se hace algo interesante con los alumnos japoneses y qué poco tiempo”. ¡JA!

Nada más llegar al comedor de la universidad, nos dividieron en distintos grupos para realizar todas las actividades juntos y lo más reseñable es que con el único que me entendía era con otro guiri. Un ruso. Todos los demás ni un cuarto de trozo de cacho de palabro en inglés. Primera cosa que cambiaba de las típicas fiestas internacionales de las que me habían hablado. Al ser, supuestamente, los protagonistas del evento, los encargados de grupo solían hablar en, al menos, inglés, para poder explicar las actividades a los que no entienden japo. Pues na. Me asignaron un chaval que se suponía que hablaba inglés y que está en el último curso de francés y me dije, bueno, algo nos podremos entender. Pues que va. Ni en inglés que hablaba poco y mezclado con palabras en japo ni en francés que ni siquiera lo hablaba...

Después de las presentaciones y las pertinentes explicaciones del “campamento” y comernos las últimas reservas de sushi de la ciudad, comenzó toda una suerte de actuaciones de humor japonés que sólo hacían gracia a los más fanáticos seguidores del protagonista del show. Lamentable.
Acabado el espectáculo, todos juntos nos dirigimos al albergue donde íbamos a pasar la noche. Aquí están acostumbrados, desde su más tierna infancia, a moverse siempre en grupo cuando se va de excursión. Que no se te ocurriera abandonar tu lugar en la manada, porque venía tu “jefe” de grupo y te obligaba a volver al sitio que te correspondía por designio divino. Al llegar al albergue, le pedí a Yannik que me explicara el programa, pues las 6 de la mañana me parecía una hora un tanto, cómo decirlo, preocupante para iniciar la jornada. La actividad que me parecía más interesante era la de las 8 de la mañana que consistía en ir a diversos sitios de Tenri y pasar unas pruebas que nos mandaran. Con esto en mente nos fuimos a la cama que había que descansar.

Después de un desayuno consistente en una sopa de algas, arroz blanco y un huevo crudo batido con un líquido japonés (6 de la mañana. No desayuno eso ni de empalmada), mi grupo se dividió en dos. Todos los demás, unos ochenta, se fueron andando hacia sus destinos, sin embargo nosotros en furgoneta. Joé, que buen rollo. Se nota que estais con el único español chicos. No estareis de queja. Eran las ocho de la mañana y debía empezar el “juego” de pasar unas pruebas por la ciudad. Al llegar al lugar que nos correspondía de Tenri, entre arrozales, me di cuenta de que algo empezaba a fallar, pero bueno, mejor esperar y ver que pasa. Me preguntaron como pudieron “Qué prefieres, cortar o cargar?” Hmmm. Menudos juegos más raros tienen estos japoneses. Oye, pues no sé, el que me digais. Nos quedamos otro chico y yo y los otros cuatro se fueron. Entonces nos metimos en una nave dedicada a la carpintería. Enorme. “Tenemos que recoger ese serrín” Oh, vaya. Bueno, será para la fiesta de después. Para algo servirá. Terminamos rápido porque, claro, quería hacer otras cosas. Al acabar me dice. Ahora tenemos que limpiar todo esto. ¿Eh? ¿Cómo? Me estás bacilando? “Trabajo voluntario” ¿Qué? Un trabajo voluntario del que me entero después de haberlo empezado. Hay que joderse. Si ya sabía yo que tengo cara de tonto (o de pan...). Pues nada, a limpiar una nave llena de piezas de madera y serrín que además, tenía una capa de polvo que ni la tumba de Tutankamon. Habían esperado seis años para que yo llegara y les limpiara la jodía carpintería. Está claro que limpiar, había que limpiar. No iba a dejar al pobre chaval haciéndolo sólo. Dos horas tardamos. “La madre que los parió. Venir aquí a currar. Manda carayo”.

Bueno, pues nada. Nos tomamos nuestro pago al trabajo, un vaso de agua, y nos vino a buscar otro funcionario que nos llevó en coche a otro sitio. Trató de explicarme cómo se crean canalizaciones bajo las carreteras, tal vez pensando que esa tecnología me sería de gran utilidad al volver a España. Cuando se cansó de enseñarnos estas historias, nos llevó donde estaban los otros chicos. Ellos estaban al Sol cortando caña. Yo partiéndome la caja de que al menos nuestro trabajo no había sido tan malo. Al bajar del coche, “mira, esto es lo que están usando. Y esto son unos guantes”. Ah, que bien. Muy interesante. “Pues venga, a currar” Me cagüentooo, que diría el sargento Arencibia. Pero es que no salgo de una y me meto en otra peor. Intento explicarme a mí mismo que la razón por la que realicé ese trabajo y no le clavé la herramienta en la espalda al paisanín, fue solidarizarme con mis compañeros. Aún así, lo de la cara de tonto...

Me enteré después de que el resto de “excursionistas” habían tenido algún “trabajo voluntario” desconocido por todos los estudiantes extranjeros que estabamos allí. Y no os lo vais a creer pero los organizadores pagaron a las empresas donde curramos para que lo hicieramos. Yo no sé si fue para dignificarnos por medio del trabajo o alguna cosa así, pero lo que consiguieron fue que el adjetivo menos ordinario de lo que pensabamos los extranjeros del campamento fue un “fucking bullshit” de una rusa que nunca dice una palabra más alta que otra.

El resto del día fue para unos juegos típicos de campamento y un mural de lo que habíamos hecho durante el día. Vamos, divertidísimo.

Al menos pude acabar la noche de copas con Rusia, Ucrania y Alemania tratando de olvidar que habíamos hecho el primo.

3 Comentarios:

Blogger arckh nos dice

La mejor forma de conocer un país es trabajando... no?

XDDDDD

lunes, 20 junio, 2005

 
Anonymous Anónimo nos dice

Esta excursión tuya me recuerda a Humor Amarillo. ¿Quién hacía de chino cudeiro? o tenemos que decir Giganto Cudeiro.

martes, 21 junio, 2005

 
Anonymous Anónimo nos dice

buen primo... esta vez sí, lo has hecho a conciencia, el primo digo. No has buscado a esa gente que tanto alabó las fabulosas jornadas internacionales???
Voy a aplicar yo eso del trabajo voluntario obligatorio.

martes, 21 junio, 2005

 

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