Escala en Helsinki y llegada a Japón

Muy buenas a todo el mundo.

Por fin me puedo conectar a internet con tiempo suficiente como para poder contaros un poquillo lo que han sido estos primeros días.

Como algunos ya sabeis, mi viaje comenzaba en Madrid y con una escala de una hora en Helsinki llegaba a las 8:30 de la mañana en Osaka. Pues no! Al final, el vuelo que debía salir a las 10 salía a las 11 de la mañana y hacía escala en Estocolmo para dejar y recoger algunos suecos. Consecuencia: El avión que iba para Osaka había salido ya y me quedaba colgado.

Parece algo malo? Que va! Me vino de perlas. Gracias al retraso, a una japonesilla, Akiko, y a mí, nos pagaron la noche de hotel en Helsinki con todo incluido. Por la noche estabamos bebiendonos una sidriña de esas del gaitero y por la mañana visitando la ciudad. Vamos, que no podía empezar mejor el viaje. Aquí os dejo unas fotos de Helsinki.

Durante el invierno ha debido hacer frío por aquí.

Como para no venderlo. Deben usarlo dos meses al año.

Helados.

La típica auto-foto.

Ultima foto desde el hotel. Hice más pero hoy no las pondré. Tal vez otro día.

Y después de Helsinki? Pues 9 horas y pico de vuelo precedidas por 30 minutos de espera en el avión hasta que el gobierno ruso dió permiso para sobrevolar su territorio. Yo ya pensaba que había un complot para que no me fuera.

¿Un vinito?

Mi vecino de pasillo a las mil de la mañana. Como para dormir.

9 de la mañana y el avión llega al aeropuerto de Osaka. Está construido sobre una isla artificial que está conectada por un puente enorme con la ciudad. Para recibirme estaban el señor Yoshida y Chizzako, la alumna que me va ayudar a sobrevivir en este mundo. Hiper-requete-amables. De ellos no tengo foto de momento.

Como muchos sabreis, aquí se conduce por la izquierda. Como yo para algunas cosas soy un poco amapolo y me sorprendió mi primer viaje por este lado lado de la carretera pues hice una foto. Como no había dormido nada en el dichoso avión, en el primer adelantamiento por la derecha que hacía el paisano pensé que nos estazabamos y casi le agarro por detrás y le doy un capón. Mi agotamiento evitó está reacción y con ello un posible conflicto diplomático de consecuencias inimaginables...

Mi nuevo pisito de soltero tiene de todo. Cocina, baño, microondas, frigorífico, aire acondicionado, tv, video, aspiradora, etc. Y todo para mí solito, jejeje. Si no fuera por la madera con colchón de tres centímetros que se supone que es mi cama y el baño de roulot del que dispone el apartamento sería todo perfecto. Por supuesto, para entrar en mi casa debo descalzarme. Se encargó de recordarme la tradición japonesa el señor Yoshida, cuando sin pensarmelo, salté a mi casa con las botas sólo pensando en una cama donde tumbarme.

El baño de roulot.

Desde la cocina mi habitación.

En la tele el fin de semana siempre hay beisbol.

¿Alguien pensaba que me había olvidado de mi bandera de León?

Mi madre me ha pedido que la enseñe mi casa...

El armario...

Ah, se me olvidaba. Después de, pongamos 15 años sin andar en bicicleta, aquí parece que la voy a tener que usar a diario. Una de las cosas que incluye la beca es una bicicleta para moverme por la ciudad. La mía está al fondo a la derecha. Aquí la bici gratis, compaleros friburguenses.

Después de ver todo esto, rápida visita a los alrededores de mi casa y a rellenar papeles. Realmente más que yo, los iba cumplimentando Chisa, por que de momento lo que se dice suelto en japonés pues como que no. Con esto ya tengo seguro médico, en unos días me dan el carnet de residente y he descubierto que además de nuestro calendario típico, usan otro en relación a los emperadores. Necesario para escribir año de nacimiento en los papeles japoneses.

Papeleo y a hacer la compra. El problema del supermercado no es sólo hacerte a la idea de la relación yenes-euros, o descubrir la diferencia entre paquetes que no tienen foto y todo está escrito en japonés. Revisemos la factura después de pagar y... ¿qué se supone que he comprado?

Por hoy nada más.

Desde que salí del aeropuerto el otro día, no he vuelto a coincidir con un occidental. Lo que hay son muchos chinos, koreanos, taiwaneses, etc. Tal vez el lunes en mi primer día de clase haya más variedad. De momento lo más exótico por estos lares sigo siendo yo. La gente se me queda mirando por la calle y hasta me saludó un chavalín.

Bueno. De momento no tengo mucho más que contar. Sólo que espero que el maldito jet lag se acabe antes del lunes y que es más barato el comedor de la universidad en Japón que en Salamanca. En cuanto tenga información de precios en medios de transporte y habitaciones en youth hostels etc. os la pasaré. En principio no creo que tenga problemas para meter gente en mi casa así que ya sabeis al menos eso.

Besos y a abrazos para todos.

A cuidarse.