Historias desde Japón y punto de encuentro de todos los que tengan algo que decir.

05 mayo 2005

Más historias desde el Japón

Hola a todos de nuevo. Después de unos días sin ponerme delante del ordenador aquí vuelvo a la carga.
Igual que en España la mayoría habeis tenido el puente del 1 de Mayo, aquí en Japón ésta ha sido la llamada semana dorada, “golden week” para ellos. Sí, en inglés.
Esta semana de vacaciones comienza el 29 de Abril con el “Midori no hi” (El día verde). Antiguamente era por el cumpleaños del Emperador Showa pero tras su muerte, en memoria por su preocupación por la naturaleza, se estableció como día nacional de la misma.
Continuamos con el “Kenpoo kinen bi”, o día de la constitución, que se celebra el 3 de Mayo. La constitución japonesa, para el que no lo sepa, renuncia expresamente a la guerra y para cumplirla renuncia con ello a cualquier tipo de ejército.
Sigo con los días de fiesta. Día 4 “Kokumin no kyuujitu” o día festivo nacional. Como el día anterior es el de la constitución y el siguiente también es fiesta pues decidieron que este día no trabajaba ni perry y le pusieron nombre al día. Vamos, un acueducto de fiestas de no te menees. Eso si, para los que tienen trabajos decentes. Estos días aquí yo pensaba que no trabajaba ni rutor(para Pasc) pero que va.
Y por último, el “Kodomo ho hi”, el día de los niños que es hoy. Más adelante con una foto os explicaré un pequeño detalle de este día.
Bueno, pues con tantos días por delante y el Sol que hace por estos lares, en casa como que no apetece estar. Éstas son las fotos que lo atestiguan.

Para los que habeis estado leyendo este blog desde el principio ya sabeis lo que me pasó en la llegada con el vuelo vía Helsinki. Allí por casualidad conocí a Akiko. Pues bien, como es normal, hemos seguido en contacto y estos días me invitó a verla a su ciudad. Wakayama.
Wakayama es una ciudad costera que está a unos 100 Km de Tenri, y claro, había que ir en tren. Como se lo había comentado a Victor, el colega costaricense, se cogió un día libre y nos fuimos para allí. 1800 Yenes que nos costó el viajecillo sólo ida.

Pero claro, cuando tienes que hacer algún transbordo pueden surgir problemas. Sí claro, yo de viaje. La cuestión es que nos pasamos de estación. Pero no una, como cinco de un tren que paraba en pocas, de estos más rápidos. No digo más, que unas chicas que iban al lado nuestro y escucharon la conversación de Victor en japonés con Akiko explicándola que nos habíamos pasado se partían de nosotros. Sin ningún tipo de rubor a carcajadas en nuestras narices. No hay foto, lo siento...
Llegamos a una estación para cambiar de sentido y nadie. En la "golden week" y un panorama con tan poca gente. Faltaba el típico arbusto migrando por el viento mientras suena de fondo una musiquilla silbada. Bueno, aquí serían unos cerezos en flor y la música de un sanshin o de un sakuhachi. Vamos que "más perdidos que el **** en Ibiza". Los de León saben lo que va entre los puntos.

Finalmente llegó más gente y pude tomar esta curiosa estampa de unas chicas japonesas esperando para coger el tren. ¿?

La consecuencia es que las chicas tuvieron que esperarnos como dos horas hasta que volvimos sobre nuestros pasos. Y es que éste era el tren en el que volvimos. Vamos, como los viejos “lince” que recorren España.

Otra más.

Como tardamos tanto pues fué llegar e ir a comer. Foto 1 comer.

Foto 2 comiendo. La v con la mano es de lo más japonés. Como decir "patata" en España.

Después al castillo de Wakayama. Ésta es la llegada. Como siempre aquí todo rodeado de arboledas. Mucha vegetación en estos recintos turísticos.

Y el castillo. Siento taparlo tanto pero espero que más o menos lo podais ver. Éste castillo ha sido reconstruido dos veces. La primera fué a consecuencia de un rayo que lo destrozó. La segunda después de la segunda guerra mundial. Cuesta entender,si no fué a propósito, cómo estando tan apartado del resto de la ciudad los americanos se lo cargaron. Por lo visto también debían utilizarlo de refugio y murió bastante gente.

Si leistes lo primero, os daríais cuenta de que hoy es el día de los niños. Pues bien, estos días se espera la salud y felicidad de los niños y para ello se izan estas banderas en forma de carpa. Estaban en el recinto del castillo.

Éstas son las vistas de Wakayama desde lo alto del castillo.

Una más.

Al fondo de ésta aunque no se distinga es donde más tarde iríamos.

¡Samurais! Auténticos trajes de samurai con sus armas.

Algunas armas.

Con abanico. Sería interesante poder unir la historia del abanico folclórico español y el abanico oriental. Quiero un trabajo de 200 folios para mañana y con ilustraciones. Vamos Andrés, que tú no haces nada. Que lo de la oposición es un camelo.

Debía impresionar ver a un colgado disfrazado así con una espada en la mano, ¿no?

El medio de transporte para la gente bien de la época. Lo habreis visto en las películas. Un tipo delante y otro detrás y la persona en el cajón éste. Pensé en la obra de ingeniería que supondría hacerlo de mi tamaño y la gente para llevarme. Hubiera sido el fin de este sistema.

Primer plano de un abanico.

Como siempre alguna flor tenía que caer por aquí.

Los alrededores del castillo.

Un pajarillo en un lago. Si Fede se pasa por aquí nos podía decir qué es.

Los arbolines y el Sol.

En el parque.

Y llegamos a Wakayama Marina City.
El típico puerto deportivo en plan Benalmádena, Puerto Banús, etc...

Con un parque temático al fondo. El tema, Europa.

Aquí la gente se compraba la comida sin hacer y luego la cocinaba en unas parrillas de uso público.

Y bueno. La idea de venir aquí era sobre todo por los fuegos artificiales. Aquí van unas fotos de la organización de la gente aquí. Todo el mundo sentado en el suelo para verlos.

Muuuucha gente.

Akiko y su compañera de trabajo.

Y bueno. Para mí lo más curioso no eran los fuegos artificiales. Bastante pobres, por cierto, comparados con los de cualquier ciudad e incluso pueblo español. Lo curioso para mí fue ver como todos sacaban sus teléfonos móviles y se ponían a grabar los fuegos. Mientras ellos grababan los fuegos yo les hacía fotos a ellos con sus teléfonos. Se pueden distinguir las pantallas de los teléfonos. Son los punto blancos entre la gente. Y es que, esto es Japón.

Fuegos y móviles 2.

4 minutos después, ¡hala!, pa casina.

Se nos había hecho muy tarde y teníamos que coger un tren para Tenri, así que nos despedimos para otro día, no sin antes quedar para hacer un Konpa en unos días. Os preguntareis qué es eso. Yo también en ese momento. Digamos que es una forma de hacer nuevos amigos, o mejor, amigas ;-). Pero vale, cuando vaya a Osaka para el Konpa ya os contaré más. El día acababa en Tenri, en una terraza llena de gente a las 11:30 de la noche después de sus nomikais con un plato de Rame. Buenísimo con el fresquillo de la noche.

Kioto

Pero claro, todavía daba más de sí esta semana. Estoy a una hora de Kioto, ciudad de la tradición japonesa por antonomasia. Lo primero llegada a la estación de tren. No te imaginas el edificio hasta que nos sales de los bajos.

Una construcción impresionante. Muy moderna.

¿Dónde está wally, digo Gigui?

Más cerca.

La foto no da idea de lo que hay que subir hasta ahí.

Tal vez ésta.

El helipuerto del edificio de la estación.

Había que moverse un poco por la ciudad y cogimos un autobús hacia el Kinkakuji, o Templo de oro. Mientrás caminabamos hacia la entrada del templo me hice unas amigas. Lo curiososo es que las dijimos a ver si me podía hacer na foto con ellas y ellas encantadas, pero cuando me iba me pidieron por favor que me hiciera otra con su cámara. Era tan interesante para mí hacerme una foto con unas chicas vestidas con sus kimonos como para ellas el hacérsela con un extranjero. Sin comentarios para mi cara de satisfacción, por favor.

El templo del oro se le llama así porque está realmente recubierto de oro. Fue construido en el año 1397 pero se quemó en el año 1950 y esto es una reconstrucción.

¿Qué os parecen estos frikis japoneses?

Y oye, ¿no es éste el gallo de San Isidoro? (León, para más señas)

Un templo en el exterior de la visita. La gente coge las cuerdas. Con ellas golpea una cosas metálicas de la parte superior y reza unas plegarias.

Si metes una moneda en el cuenco tendrás suerte.

Igual que en el catolicismo se encienden velas a los santos, aquí se encienden velas en función en lo que quieres mejorar y se colocan en el templo.

Después de comer volvímos a la estación en autobus. Aquí hay un tipo en las paradas de autobus que va informando de qué autobus es el siguiente y que organiza las colas de los mismos.

Esperando a los autobuses.