Historias desde Japón y punto de encuentro de todos los que tengan algo que decir.

30 mayo 2005

Cena en Nara y cena en Osaka

El tiempo pasa deprisa y ya llevo aquí 2 meses. Cuando quiera darme cuenta habré vuelto a España y estaré con algunos de vosotros cenando con un vinito elegante o tomando unas tapitas...
Mientras tanto, sigo intentando conocer un poco más de este país y mezclarme con sus gentes, por lo que siempre que me invitan a alguna reunión, cena, comida, viaje... siempre estoy dispuesto.
Hace un par de semanas que asisto a una clase de conversación en español. Esta clase la imparte el profesor Glenn que es un costarricense que lleva aquí nueve años. Un día os presentaré su famila.
Bien, pues a esta clase va, entre otros , la señora Machida. Esta señora vivió un par de años en España e incluso conoció allí al que hoy es su marido el señor Takeshi. Siguiendo con la amabilidad que suele acompañar a la gente que voy conociendo por aquí, me invitó a cenar un día con su familia y ese día fue el viernes pasado.
Antes de la cena fuimos a un templo cercano a la ciudad de Nara pero estaba cerrado Aún así esta entrada merece la pena.

En la foto me acompañan la señora Machida y su hija Mayako.

El del fondo es el señor Takeshi, Victor como casi siempre ;-) y unos amigos de la familia. Estos dos amigos que vienieron a la cena se casaron en España. Si, si. Les gustaba tanto España y sus ceremonias que se fueron hasta allí para casarse con vestido blanco de cola y todo. Me imagino que la boda debió ser el show. Por cierto, la cena fabulosa. Ya ni me acuerdo de la cantidad de platos que desfilaron por la mesa, todos buenísimos. Y claro, sake. Mucho sake y un licor de patata del que se me ha olvidado el nombre.

Osaka

Y al día siguiente Osaka. Hace algunas semanas habíamos organizado una cena con Akiko, la chica que conocí durante el viaje que me trajo aquí y quedamos para este fin de semana.

La cena fue con un "nomihodai" o barra libre. En este caso de 1 hora y media. Comí cosas muy extrañas pero lo más destacable fue hígado crudo de toro. El hígado es de las pocas cosas que no soporto pero con eso de que estoy aquí había que probarlo todo. Lo cierto es que pensé que era hígado de algún pescado pero no, era de toro. Puaghhh. Primera y última vez.

Una foto de relleno con un pequeño buda sonriente.

Y la última foto antes de que se me acabaran las pilas de la cámara. Después de esto fuimos a un garito estilo Bronx lleno de "raperos" por llamarlos de alguna forma y que se convirtió en mi suplicio pues hasta la mañana siguiente no había trenes para volver a Tenri. El año pasado en el rock café con Samba pasaba lo mismo en cuanto a la música pero al menos llegaba a casa en 20 minutos y no tenía que aguantar una noche de Rap/Hip hop.
En breve más cosillas por aquí.
Un abrazo.