Historias desde Japón y punto de encuentro de todos los que tengan algo que decir.

15 abril 2005

Un día en Tenri.

Continuando un poco la línea de Gran Hermano en la que se ha convertido más o menos esta página, os voy a contar lo que he hecho hoy. Por supuesto lo acompañaré en la medida en que pueda con fotos.

Bien. Mis días comienzan a las 8 de la mañana. Si, ya sé lo difícil que parece que yo me levante a esa hora pero recordad. Estoy en Japón. A eso de las 8:30 salgo de casa y me dirijo a clase. Éste es el edificio donde vivo.

Me cruzo con gente que también va a clase.

Llego a la universidad.

Y me meto en clase. Estos que veis, como es evidente, son mi profesor y mis compañeros. Una chica china, una tailandesa, un koreano y un americano. Sé que es difícil pero seguro que averiguais quién es el koreano y quién el americano.

3 horas y media después me voy a comer. Miro a un lado.

Miro al otro.

Bufff, demasiada gente como para elegir menu. Lo primero que vea que no coge la gente para mi. Esta vez unas bolas fritas con algo dentro, otra cosa empanada con otra cosa dentro y un poco de lechuga. Hmm, que rico. Es una pena que nunca sepa lo que como realmente.

Hoy tengo que ir a por el carnet de residente al ayuntamiento así que me dirijo hacía allí. Veo a lo lejos el templo de Tenrikyo, religión creada en esta ciudad en el siglo XIX. La universidad de Tenri fué fundada en base a esta religión y hoy en día el 40% de los alumnos son creyentes. Vienen de todo Japón e incluso del extranjero a estudiar aquí. También viene mucha gente como intercambio por el Judo. De esta universidad han salido unos cuantos campeones olímpicos de Judo. Mi compañero Koreano está aquí becado por eso y dicen que es un crack.

Una vista más cercana del templo.

Paso por los típicos cerezos en flor.

Mejor desde más cerca.

Y llego al ayuntamiento.

Hay una estatua de un maoi como de los de la isla de Pascua pero en pequeño. Algún tema del embajador de Chile con la ciudad de Tenri.

Entro en la oficina y viene corriendo un funcionario. Curiosamente me reconoce desde lejos, vete a saber porqué, y como repito, aquí no habla inglés ni perry entre señas nos entendemos que le cambio unos papeles y una firma por mi carnet de residente. Parece que el hombre está contento con el cambio y me entrega mi nueva ciudadanía temporal.

Carnet con foto de buscado y peligroso pero ya soy un “alien in Japan”.

Para mis clases de japonés necesito un casette. Lo típico de todos los idiomas para coger oído. Y camino, y camino. Veo sitios con flores.

Y más flores.

La gente usa la bicicleta pero yo prefiero ir a pata.

Paso por el rastro.

Paso por zonas de tiendas.

Un Gong o algo así que cuesta más de 12000€ del ala.

Llego al final de Tenri y nada. Ni una puñetera tienda de electrodomésticos en toda la ciudad? Tendré que escoger otro camino el próximo día y no el que me habían mal dicho.

Anochece en el pueblín y llega la hora de recogerse en casina.

Viernes noche tranquilo.

Y después de este día de trasiego para un lado y para otro a descansar en casa. He encontrado una página para practicar los alfabetos y le estoy dando caña porque se hace bastante más sencillo que con simples fotocopias.

De momento no sé que haré el fin de semana pero al menos sé que el lunes lo tengo libre por lo que me iré con unos cuantos a comer al campo.

Bueno, pues nada más desde el lejano oriente. Seguid participando ya sea en el chat ya sea dejando comentarios a los posts, porque parece que no pero en la distancia se agradece. Gracias por estar ahí familia, amigos y gente inclasificable que creo que no habrá mucha.

Ya estoy pensando en la gran quedada que se puede preparar por Octubre en algún lugar a convenir por el mayor número de gente posible.

Besos, abrazos y a cuidarse.